Todas las personas, con la edad, pueden llegar a desarrollar problemas asociados a la visión. Este es un proceso natural que ocurre debido a que los órganos se van deteriorando con el paso de los años. El ojo es un órgano que también sufre afectaciones con el envejecimiento. La presbicia o vista cansada es el padecimiento que se desarrolla a partir de los 40 años y puede seguir progresando hasta los 60. Afortunadamente, estas dificultades se pueden tratar con lentes progresivos.
La presbicia o vista cansada surge porque el sistema acomodativo del ojo va perdiendo flexibilidad con el paso del tiempo. El sistema ocular pierde la facultad de enfocar la vista correctamente en diversas distancias. Uno de los fenómenos que se presentan con regularidad es la incapacidad de ver con claridad y nitidez en distancias cercanas.
Las gafas o lentes progresivos son una solución para equilibrar y compensar la pérdida o disminución de la agudeza visual. Permiten ver y enfocar a cualquier distancia con un índice de distorsión muy bajo, lo que logra una adaptación rápida y segura.
Generalmente los lentes progresivos tienen una transición de graduación que facilita el enfoque a distancias largas y distancias cortas. Para lograrlo las lentes tienen 3 secciones en su composición que se distribuyen a lo largo del cristal:
- Sección alta o superior. Esta graduación es útil para desarrollar tareas cotidianas como caminar, manejar, etc. Se emplea generalmente cuando la vista se enfoca en distancias de 1 metro o más
- Sección media o intermedia. Se ubica en la parte media del lente y sirve para fijar la vista en objetos que se encuentran a una distancia relativa de 50 cm. aproximadamente. Trabajo en dispositivos electrónicos, para cocinar, etc.
- Sección baja o inferior. Graduación para vista cercana que no exceda una distancia de 50 cm. Se usa en actividades que requieren atención como la lectura, manualidades, costura, tra
Con estas secciones el objetivo es que la vista se adecue a las diversas distancias para hacer coincidir la mirada con la zona que se desea enfocar y ver correctamente.
Beneficios de este tipo de lentes
Los beneficios de los lentes progresivos son muchos en comparación con las desventajas. En primera instancia son una alternativa para cuidar la salud visual en la etapa adulta, sin embargo, también tienen múltiples ventajas como:
- Comodidad. Con las lentes progresivas la vista cuenta con un apoyo que permite realizar actividades cotidianas con total normalidad sin tener molestias visuales.
- Visión clara. No importa la distancia a la que se intente enfocar, con este tipo de lentes la visión mejora a cualquier distancia.
- Adaptación. Aunque hay un proceso de adaptabilidad al uso de las gafas, este proceso suele ser bastante accesible. En un lapso de máximo 2 semanas se completa este proceso.
- Estética. Por su diseño y composición, la transición entre las distintas graduaciones es casi indetectable, por lo que lucirán como unas gafas normales.
- Diversidad. Además de realizar actividades cotidianas, se adecúan perfectamente al estilo de vida del usuario, de tal manera que, se pueden usar en deportes o actividades recreativas.
- Funcionalidad. Este tipo de lentes son compatibles con diversos problemas de refracción como miopía o astigmatismo. Se incluyen en la graduación y no hay necesidad de invertir en otros lentes.
- Integración. También se prestan para recibir diferentes tratamientos como uv protect, anti reflejante y blue-save.
¿Necesito usar lentes progresivos?
Un diagnóstico adecuado es necesario para determinar si se necesita el uso de lentes progresivos. Sin embargo, hay algunos factores a tomar en cuenta para acudir al optometrista y realizar los exámenes correspondientes.
Edad. El factor edad es importante, a partir de los 40 años la vista de las personas empieza a cambiar. Es importante realizar exámenes anuales para detectar y corregir alteraciones de visión.
La población de adultos y adultos mayores son más propensos a desarrollar presbicia y vista cansada. Por eso la necesidad de acudir al optometrista con regularidad.
La visión borrosa, sensación de necesitar más luz para realizar cualquier actividad, dolores de cabeza con frecuencia, entrecerrar los ojos para ver mejor, dificultad para enfocar o ver bien a diversas distancias. Son factores que indican que es necesario un análisis y posiblemente se requiera usar lentes progresivas.
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